Los secretos detrás de las proteínas plant-based

Entre los consumidores vegetarianos y veganos, e incluso en las dietas de quienes no lo son pero buscan variar su fuente de nutrimentos cotidiana por la razón que sea, los alimentos plant-based están pasando de ser una “novedad” a algo bastante normal.

Cuando alguien se aleja poco o mucho de la carne, la preocupación principal suele ser ¿cómo suplir la cantidad diaria necesaria de proteínas? Si bien la percepción de los productos a base de plantas es que no cubren la misma cuota que nuestro organismo requiere, la verdad es que son una muy buena fuente de proteínas y ofrecen otros beneficios extra para la salud; esto, de acuerdo con Dana Hunnes, dietista sénior de UCLA Health: un sistema de salud con hospitales, una escuela de medicina de la misma universidad y una gran red de atención primaria en Los Ángeles (California).

En un artículo publicado por su universidad, ella afirmó algo muy tajante que rompe ciertos mitos un tanto propagados entre los consumidores: “Cuando se trata de la función diaria de su cuerpo, no importa de dónde obtenga su proteína”. Y añade que comer “más proteínas de origen vegetal se asocia con una mayor longevidad y una disminución de la morbilidad”.

Las proteínas nos ayudan a que el organismo funcione como debe. Y en este sentido, en realidad al cuerpo no le importa si provienen de productos de origen animal o del reino vegetal, como pueden ser los frijoles o algunos granos integrales. Sobre el tema, la experta californiana señala que mientras el cuerpo “obtenga suficientes calorías, existe un 99.9% de posibilidades de obtener suficientes proteínas, ya sea que provengan de plantas o no”.

A menudo, solemos escuchar muchas cosas de las proteínas en general, pero pocos saben cuál es su función más allá de sólo mantenernos vivos y activos, por simplificar un poco este emocionante mundo de ingredientes “alternativos” que se salen de la tradición. Al respecto, desde luego que la cantidad y el origen importan, pero en el fondo todo tipo de proteínas buscan lo mismo: proveernos de los nueve aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita: histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina.

No olvidemos que el cuerpo humano funciona como una gran máquina, es una especie de arquitectura o ingeniería perfecta, y como tal es vital darle su mantenimiento y fuentes de energía. Para que opere como debiera, absolutamente nadie puede privarse de las proteínas.

En este contexto, los alimentos con proteínas plant-based están avivando el interés de los fabricantes y de los consumidores por ingredientes como los chícharos, las lentejas, los frijoles, el tofu, las nueces y varios tipos de semillas, entre otros.

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